Cuerpo de creencias y prácticas religiosas que incluyen fetichismo, culto a las serpientes, sacrificios rituales y empleo del trance como medio de comunicación con sus deidades, procedente de África y corriente entre los negros de las Indias Occidentales y sur de los Estados Unidos de América.
El vudú o voudum es la religión más extendida en Haití y muy conocida a nivel mundial. Uno de los detalles que más llama la atención del vudú es su inclinación hacia el lado más perverso y oscuro de la magia, aunque no es necesariamente magia negra pues se utiliza no sólo para propiciar el mal a algún desdichado sino también para protegerlo del mal.
Otro de los aspectos más famosos del vudú es la zombimificación. Los zombis pertenecen al mundo del celuloide, son esos seres de terror que andan estúpidamente diciendo uuuhhhnnmmm y que sirven como diana de tiro a los héroes y heroínas de la película. Pero lo cierto es que los zombis existen, aunque no como Holliwood imaginó. Zombi es una palabra que en el lenguaje bantú significa diablo si proviene de la palabra congoleña nsoumbi o fantasmas si encontramos su rastro etimológico en la palabra angoleña zumbi. Los zombis no son tomados a broma en Haití, de hecho está recogido en el código penal de este país que cualquier intento de privar a un ciudadano de su libertad por medio de venenos u otros sistemas que impliquen el enterramiento en vida será calificado de intento de homicidio.
Fue durante los terribles días de gobierno del presidente de Haití, Francois Duvalier, cuando el miedo a la zombimificación alcanzó un mayor grado. No sólo por el horror que provocaba su sanguinaria brigada especial de policía los Tontons Macutes (que significa literalmente «los hombres del saco») sino porque Duvalier fue uno de los más poderosos hechiceros de Haití.
La primera ceremonia vudú tuvo lugar, según la leyenda, en 1791 y fue un ritual de pacto de sangre para deshacerse del yugo francés y conseguir la independencia y libertad para los esclavos. La guerra de Independencia fue especialmente sangrienta y repleta de atrocidades, es como si aquella isla necesite en cada generación un baño de sangre con que regarla, pues las guerras y conflictos no han cesado desde entonces convirtiendo Haití en uno de los países con más miseria y desesperación.
Volviendo a la magia para convertir a las victimas en zombis, sabemos que es practicada por una oscura rama de hechiceros de las creencias vudú. Son los Bokor, cuya magia sólo sirve para hacer el mal. Son los encargados de hacer morir a la victima elegida mediante la magia negra y de pasados unos días revivirlos para transformarlos en dóciles esclavos. Es mediante la inhalación de los polvos zombi o polvos poudree como consiguen que el desdichado se transforme en un ser idiotizado, en un no muerto. Estos polvos consiguen que el cuerpo cese en toda actividad, sólo a un nivel ínfimo el corazón sigue latiendo, pero los indicios de vida son tan débiles que la mayoría de las veces los médicos certifican la muerte del desdichado. Pasados unos días el nigromante regresa y desentierra a la victima ya convertida en zombi.